Este grito es constantemente
escuchado por los venezolanos cuando en algun Abasto Bicentenario,
Mercal, Pdval o cualquier otro supermercado bien sea del sector público o privado llega este apreciado
producto a precio regulado.
Sin embargo, los ciudadanos de a
pie, somos testigos como no solamente el pollo, sino otros productos de la
cesta básica, entre los cuales se destacan el papel higiénico, azúcar, aceite, mantequilla
y harina de maíz, se han convertido en mercancía de contrabando, no solo de
grandes cadenas productoras de alimentos (que los acaparan como ya sabemos), sino
de mafias organizadas de buhoneros
quienes revenden estos productos 3 o 4
veces su valor oficial.
El modus operandi de estas “micro mafias” es básicamente el siguiente: Primero, reciben “el
pitazo” de trabajadores del respectivo establecimiento cuando se avecina el camión.
Seguidamente se comienza a hacer la cola en las puertas del supermercado o en
los pasillos esperando que el ansiado producto llegue y se despache. Ahora bien, una vez llegado el camión, una
buena cantidad de trabajadores (para no generalizar) se reparte una parte del preciado botín (de ahí algunos trabajadores
venden directamente el producto a estas “micro mafias”); el restante es lanzado
hacia los pasillos del establecimiento
aun en las paletas e inmediatamente la turba sale disparada a pelearse por cuantas unidades del producto pueda tomar. Una
vez culminado el frenesí (comparable con
el comportamiento de los infantes al reventarse una piñata), se ve en los
pasillos por ejemplo: personas con carritos de mercado llenos de harina pan
esperando que quien los acompaña pague las respectivas unidades que le son
permitidas, salga y deje el producto fuera con otro sujeto (en ocasiones hasta
las mismas cajeras actúan como “aguantadoras”) para volver a ingresar a repetir
el proceso. Por otra parte, Algunos comerciantes informales
prefieren utilizar a grupos de adolescentes para pasar el producto por caja; el cual una vez comprado es
entregado por los chamos al comerciante quien les pagara la diligencia ya sea con
unas cuantas unidades de lo que
contrabandearon o con “alguito pa´ los frescos”.
Al día siguiente, se ve como en
puestos de buhoneros adyacentes al supermercado, la venta del producto abunda mientras que ya está agotado en el establecimiento. Por
supuesto, a precios mayores que los regulados. En algunos casos, comerciantes
de mente más perversa, siendo dignos estudiosos de lo que una “gran pensadora” de la oposición denominara
“capitalismo popular”; esperan que sus “colegas” hayan agotado su inventario
para luego sacar el producto a la venta obteniendo así ganancias mayores.
Si bien, este relato al llegar a
ojos y oídos de políticos de alto gobierno, pueda parecer una parábola exagerada,
para la gran mayoría de los ciudadanos que regularmente asisten como yo a estos
establecimientos les parecerá lamentablemente algo muy común.
Ahora bien, a la estrategia de acaparamiento
que las grandes cadenas productoras y distribuidoras de alimentos han
implementado para obtener mayores ganancias y debilitar así la aceptación del
ciudadano al establecimiento de una economía socialista (Estrategia que no es nueva contra Gobiernos Socialistas de Nuestra
America) hay que sumarle, esta situación de “micro mafias” que
lamentablemente están formadas por individuos sin conciencia social que forman
parte del proletariado.
Mi intención aquí no es
estigmatizar, generalizar o aceptar estereotipos racistas y/o clasistas propios
de la burguesía pero lamentablemente hay que reconocer que son muchos los involucrados en estas mafias (desde
los trabajadores de estos establecimientos, hasta los
buhoneros que las venden), los que se dicen
ser “REVOLUCIONARIOS”. Incluso en muchos casos hasta reciben beneficios
socio-economicos de las misiones, estudian o tienen a sus hijos
estudiando en la UBV o en la UNEFA,
están inscritos en el PSUV, lucen orgullosos sus camisas rojas en
marchas y al celebrar los triunfos electorales de la
revolución
Ahora, les pregunto a estos
“camaradas”, ¿Acaso ustedes piensan que “hacer bulto” en marchas, o ponerse una
camisa roja basta?, ¿Decirse ser CHAVISTA pero actuar para el beneficio
individual es cumplir el legado del Comandante?.
A esto les respondo:
La construcción de la Patria
Socialista, parte del “Supremo Sueño” que
hemos heredado, no solo depende del desempeño en la presidencia del Camarada Nicolás, de la
actuación de Diosdado y/o de otros actores políticos de la revolución. Somos
nosotros: LA MASA, los apoderados del poder popular, quienes hacemos el
ejecútese de este proceso. Pero si después de 15 años, algunos militantes del
principal partido de la revolución o cualquiera que se diga ser CHAVISTA sigue
actuando como “ser único”, dejando a un lado esa tan preciada conciencia social
de la que hacía referencia el Che y que tanto nos trató de enseñar el Comándate
Chávez, déjenme decirle “camaradas” que gracias a ustedes esta revolución tiene
los días contados.
Lo que quiero expresar en estas lineas es mi sentimiento de indignación dirigido a esos “camaradas” que forman parte de esta
red de “micro mafias” aparentemente inofensiva, pero que día tras día permea en
la mente de más ciudadanos esa percepción de ineficiencia y desabastecimiento
que constantemente es difundida por los medios masivos de la derecha.
Sinceramente al buhonero que no apoya a la revolución y adquiere productos a precios regulados para revender, desde el punto de vista ético del
socialismo no tengo nada que reprocharle, pues simplemente actúa en línea con
los objetivos individualistas que el capitalismo ha sembrado en la conciencia
de los pobres para darle una ilusión de progreso, mientras perpetúan para sí y
los suyos el circulo de miseria. Ya serán las autoridades, los encargados de establecer las sanciones
legales para quienes incurran en esto (sin en algún momento deciden hacerlo).
El llamado es a la CONCIENCIA del
proletariado, a aquellos buhoneros y trabajadores que se dicen ser CHAVISTAS y actúan con esta
perversa doble moral. Ser CHAVISTA siempre fue una gran responsabilidad, pero desde
el 5 de marzo del 2013, a las 4:25 de la tarde, ser CHAVISTA adquirió otra
connotación. Muy lejos de la que aparentemente ustedes piensan de ponerse una
camisa roja e inscribirse en el PSUV a “ver que se agarra”.
El llamado es también a los
partidos de la revolucion; en especial al PSUV, pues como maquinaria no solo deben activarse en época de campaña. Que
individuos del proletariado militantes de la revolucion actúen de esta forma deja entre ver como LA
FORMACION IDEOLOGICA necesaria para que cada hombre y mujer desde lo
particular pueda contribuir a la revolución, NO ESTA PRESENTE. Pues sigue latente la lógica
del capital entre los nuestros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario